La alianza matrimonial, por la que un hombre y una mujer constituyen una íntima comunidad de vida y de amor, fue fundada y dotada de sus leyes propias por el Creador. Por su naturaleza está ordenada al bien de los cónyuges así como a la generación y educación de los hijos. Entre bautizados, el matrimonio ha sido elevado por Cristo Señor a la dignidad de sacramento.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1660
Dios es AMOR, y ha puesto en nuestro corazón la capacidad de amar y ser amados. En el sacramento del matrimonio, el amor del varón y la mujer se perfecciona, porque los nuevos esposos deben amarse con el mismo amor con que Cristo ama a su Iglesia.
Las notas esenciales y características del matrimonio por la Iglesia son: la unidad, la indisolubilidad y la apertura a la fecundidad. El sacramento se funda en el «consentimiento» de los contrayentes, es decir, en la mutua entrega del amor, para toda la vida.
La comunidad parroquial ofrece a los novios acompañamiento. Si pensáis casaros por la Iglesia, ¡enhorabuena! Poneos en contacto con los sacerdotes cuanto antes. Os ayudaremos en la preparación de un paso tan importante y definitivo en vuestra vida, y que os explicaremos con detalle todo lo necesario para preparar vuestra boda.
Si queréis prepararos para celebrar este sacramente tenemos Encuentros de Novios (Cursillo prematrimonial).